jueves, noviembre 22, 2007

La Anamnesis (I)


Detrás de esta palabreja, incomprensible para muchos, se esconde simplemente la recogida de datos que el veterinario toma para comenzar la historia clínica de un animal.
Es un proceso tan importante como la exploración clínica, o las pruebas complementarias, que persigue recapitular información sobre todas las circunstancias espaciales y temporales que rodean a la mascota.
Y además, es una fase del proceso clínico en la que el propietario es clave.

Este post y su continuación pretenden ser una pequeña guia de consejos útiles para propietarios concienciados con su participación en la cura de su animal. Aunque la mayoría de ellos se refieren a perros y gatos, pueden entenderse para cualquier tipo de mascota enferma. Un veterinario siempre agradecerá los datos completos y lo más exactos posible acerca del animal que esté tratando.

¿QUIÉN VA AL VETERINARIO?
Aunque parezca una decisión banal, la persona que acude a la clínica es el nexo de union entre el veterinario y el animal, ya que desgraciadamente, estos últimos no hablan. Siempre ha de ser la persona más cercana, la que pase mas tiempo con el y por lo tanto le conozca mejor. En el caso de que sea un niño mayor él que cuide de el, es conveniente que vaya él mismo a la clínica, eso sí, acompañado por un adulto.
Esto es así por dos motivos: En primer lugar, el animal estará más confiado y tranquilo si es la persona de confianza quien le acompaña y sujeta. En segundo lugar y no menos importante, porque es esta persona quien conoce mejor los detalles y es capaz de recordar más datos.

Aunque el veterinario lo pregunte, es conveniente recordar antes de acudir a la clínica, los siguientes datos:

ESPECIE
Obviamente no es necesario en el caso de perros y gatos, pero especialmente con reptiles y pájaros poco comunes, ayudará conocer el género y la especie del animal, ya que no siempre existe bibliografía especializada, y así el tratamiento será más exacto.

EDAD
Saber los años que tiene un perro, o los meses de un cachorro, aunque sea de forma aproximada, si se trata de un animal adoptado ya de adulto, es una información de gran valor para el clínico, puesto que hay patologías que se presentan mayoritaria o exclusivamente a una edad.

ESTILO DE VIDA
¿Vive en un piso o en una casa con jardín? ¿Dónde duerme? ¿Cuántas veces al día sale? ¿Ha cambiado recientemente de casa? ¿Ha habido algún cambio drástico en la familia con la que convive el animal? (nacimiento de un bebe, pérdida de una persona que se ocupaba de él...)¿Viaja con su mascota? ¿Al extranjero? ¿Convive con otros animales de la misma o distinta especie? ¿Lo cepilla y baña habitualmente? ¿Tiene juguetes? ¿De qué tipo? ¿Los utiliza? ¿Hace ejercicio regularmente?
¿Con qué intensidad? ¿Cómo lo tolera el animal? ¿Siempre ha sido así? ¿Se ha escapado alguna vez? En el caso de loros ¿En qué habitación de la casa está colocada la jaula? ¿Qué tránsito de gente hay por ella?...
Éstas y otras preguntas acerca del estilo de vida pueden ser realizadas por el veterinario, por lo que sería conveniente tener claras las respuestas.

ESTADO SEXUAL
¿Está castrado/a? ¿Desde hace cuánto? Si no lo está, en el caso de las hembras ¿Cuándo ha tenido el último celo? (¡ojo! información muy relevante para saber el momento del ciclo en el que se encuentra el animal, o en hurones predecir la gravedad de ciertas patologías y la urgencia de su tratamiento. Anotar la fecha siempre) ¿Ha tenido camadas? ¿Cuántas veces? ¿Cuántos cachorros tuvo? ¿Tuvo algún problema en la gestación o el parto?

ALIMENTACIÓN.
No sólo hay que saber lo que come (en el caso de perros, saber la marca del pienso nos permite conocer la composición de la proteina, fundamental en el tratamiento de alergias alimentarias) sino también cuánto come. Es muy útil pesar la medida que se utilice para marcar la cantidad diaria, ya que esto permite trabajar con datos exactos y no solo aproximados.
También es importante mencionar los alimentos ocasionales, el tipo de chucherías que se le da como premio, y en general cualquier cosa que el animal haya podido tragar (como por ejemplo, un gato que ha cazado un pájaro y ha comido parte de él). Las alteraciones del apetito observadas también forman parte de este apartado: Animales que comen más o menos de lo normal, que ingieren sustancias anormales como arena, o sus propias heces, o hierba.(No. No es normal que un perro "se purgue". Es indicativo de enfermedad) Por supuesto también es importante mencionar si tenemos conocimiento de que la mascota haya podido ingerir algún cuerpo extraño, tales como fragmentos de juguetes, calcetines, chapas o huesos (¡Muy peligrosos! Evitarlos a toda costa)
Nota aparte merece la bebida. Es un síntoma clave y de vital importancia la llamada polidipsia (animales que beben mas de lo normal) en muchas patologías comunes en la clínica. Si se conoce el dato de cuánto bebe un animal aproximadamente en 24 horas, se pueden detectar alteraciones de ese patrón, y además en el caso de algunas aves y reptiles administrar fármacos en el agua de bebida con una cierta seguridad en cuanto a la dosis.

2 comentarios:

Illuminatus dijo...

Bueno, aparte, anamnesis significa recuerdo pero se entiende.

Una cosa: ¿esto son protocolos estandarizados?

Beledra dijo...

Recuerdo una ocasión durante la carrera, en la que estaba de prácticas haciendo inseminación artificial a cabras junto con otros alumnos y el profesor.
A causa de un trabajador descuidado, que dio datos erróneos cuando preguntamos (cuando hacíamos nuestra anamnesis de los animales que íbamos a tratar) acabamos causando un aborto iatrogénico.
El profe se puso de muy mala leche... menos mal que el ganadero no se lo tomó tan mal.

Pero lamentablemente cosas así pasan mucho. Creo que sólo hay algo más importante que hacer una buena anamnesis, y es saber qué NO debes hacer con cada animal. (Recetar aspirina o termalgín a un gato, etc)