La vida en el Zoo

Ayer fué un dia muy largo, y lleno de cosas. Un poco como están siendo los últimos dos meses...
Cada dia descubro mas y mas cosas que me gustan de mi profesión, y me reafirmo en que estoy en el buen camino, que he elegido el dificil, el de las piedras y las cuestas empinadas, pero también el de las mejores vistas. Y también me doy cuenta, de que es algo muy íntimo. Que no se puede compartir con casi nadie la sensacion del cosquilleo de las agujetas, al volver a casa, y estar feliz de estar cansada, por el trabajo bien hecho.
Hoy quiero contaros como es mi vida en el zoo, mañana os contaré mi vida en el laboratorio. Los dos grandes bloques de estos meses, en los que he descubierto que no cambiaría mi profesión por nada del mundo.
Durante septiembre y octubre, he estado de prácticas en la Estación de Cría del zoo acuarium de Madrid. Esto quiere decir, que he estado encargada de la crianza artificial de ciertas crías, de las que por un motivo u otro su madre no podía hacerse cargo.
Por mis manos han pasado dos corzos (Tico y Willy , este último en la foto) que llegaron de un centro de recuperación en Guadalajara y ya están enormes y muy borricotes, jugando a topar con sus incipientes cuernos todo lo que se les pone por delante.
Durante todo el tiempo de su destete, ambos estuvieron con diarrea, porque los visitantes del parque (niños si, pero también alentados por sus padres) se dedicaron a darles de comer todo tipo de porquerías, principalmente gominolas y cacahuetes.
Que triste me parece que sigamos siendo la sociedad del "echale cacahuetes al mono, que mira que gracioso". Los zoos son necesarios como medida de educación, y la educación pasa por ahi. Se da la paradoja de que por todas partes hay carteles de "no den de comer a los animales", y los cacahuetes se venden en la propia tienda del zoo...el negocio por encima de todo.
Y lo de los corzos se quedó en una simple diarrea, no hace una semana, en una necropsia de un pinguino de Humboldt encontramos todo tipo de porquerías impactando el estómago.Pero esas cosas no se ven desde fuera, desgraciadamente. Creo que eso también es educación, como las cajetillas de tabaco. Debería haber fotos del estómago, lleno de trozos de pelota de goma, de los vómitos, de las bolas a medio digerir. Aunque hiriera sensibilidades. Y por supuesto, no fomentar vendiendo los cacahuetes, que la dieta de los animales se desequilibre.

Tambien estuvimos criando a una mara, o liebre de la patagonia (esa aun no está destetada). Tuvo un accidente cuando era recén nacida, y se fracturó una pata trasera. Por una serie de complicaciones, hubo que amputarle la porcion final de la pata, y como necesitaba curas diarias, hubo que separarla de su madre para facilitar el manejo. Es muy maja, aunque un poco histerica, come muy bien y ya apoya por completo el muñon, pegandose carreras por todo el recinto.
Lo que mas me gusta de la mara, es que nadie daba ni un duro por su supervivencia, y que se demostro que con una fórmula de alimentación adecuada, y con unos mínimos cuidados, nuestra labor funciona, y la peque sobrevivió.
Pero sin duda, la estrella de la Estación ha sido el panda rojo macho, nombre en clave "Pupas" :P (aun no lo han bautizado oficialmente), ya en su hogar definitivo en Valwo (Valladolid).
Vino con su hermana, a criarse aqui, por la mayor experiencia con esta especie de los veterinarios del zoo. La hermana lamentablemente murió de panleucopenia felina, unas semanas antes de que yo llegara.
Pupas sin embargo, sobrevivió a una salmonellosis, y a un problema intestinal consecuente al tratamiento. Es un peluche jugeton....con uñas.
La verdad es que la satisfacción que da saber que un animal en peligro de extinción, y que posiblemente participe cuando sea adulto en programas de cria en cautividad para la reintroducción, se ha criado gracias a ti, compensa todos los madrugones, el calor, el frio y los arañazos....

Pero lo que mas me ha gustado de la experiencia, ha sido poder colaborar en las tareas de enfermería, ademas de las tareas en la estación, de horario estipulado como una guardería infantil.
He podido ver como trabaja un veterinario en un zoologico, todas las tareas diferentes que se realizan. Quizas eso es lo que mas me ha podido gustar: Saber que ayer, a lo largo de todo el dia, di el biberón a la mara, pasé los datos de la analítica de una gacela dorcas al ordenador, comparándolos con los valores normales de la especie, hice una necropsia junto a otras tres personas de un oso pardo de 350 kg (eso si que es bañarse en sangre y mover peso.tengo unas agujetas...)curé una otitis a un conejo, ayude con la anestesia y sujeccion en una endodoncia a un lobo ibérico....
Todos los dias no son tan intensos (afortunadamente, por otro lado :) ) pero me han servido para darme cuenta de que mi sitio está ahi, que me gusta hasta hacer gráficas porque les veo sentido y función, y que voy a luchar por poder dedicarme a esto toda mi vida.

Gracias a Maria, Jorge y Eva, los veterinarios del zoo. Que en mayor o menor medida me han permitido aprender de todo lo que saben, y que sin ponerme las cosas en bandeja, me han enseñado tres formas muy diferentes de trabajar. Gracias a Jesus, el director técnico. Por el apoyo al convenio de practicas.Es necesario :)
Gracias a mis compañeras de la Estación, Berta, Noe y Paloma. Y a todos los de enfermería: Justine, David, Sara, Bea, Elisabeth, Celia, Alicia....y a todos los que me dejo seguro.
Gracias. Espero veros muy pronto.